sábado, 2 de junio de 2007

Ruiz-Gallardón, incomprendido por los suyos

Después del comedido ofrecimiento de Alberto Ruiz-Gallardón para ser número dos del PP -por detrás de Mariano Rajoy- en las próximas elecciones generales, el líder de este partido ha mostrado un indisimulado desdén hacia la propuesta del alcalde de Madrid, señalando que hay otros posibles candidatos a ese puesto y recomendándole que sea, precisamente, más prudente.

Señores del PP: su partido no podrá jugar todas sus cartas hasta que Ruiz-Gallardón sea el número uno y el candidato a Presidente del Gobierno. No sólo está suficientemente dotado para ello, sino que tiene carisma (cosa de de la que Rajoy carece) y resulta simpático (a diferencia de Acebes o Zaplana, que tienen una especial facilidad para caer mal). Gallardón es apreciado por el votante de a pie del PP e incluso por personas de otras ideologías; es triste que no sea valorado por el aparato de su propio partido. Además, es el único político popular capaz de arrastrar con garantías a los indecisos y a aquellos votantes que no tienen empacho en cambiar su voto del PSOE al PP (o viceversa) según vengan dadas.

Peor para ellos. Porque, del mal de medio, yo prefiero que siga Zapatero a cualquier líder del PP, por brillante que éste pudiera ser.